Diez formas de enseñar a los niños la gratitud

Resulta que “gracias” de verdad es una palabra mágica: las investigaciones muestran que la gratitud tiene un efecto poderoso en el cerebro. Practicar la gratitud se ha asociado con todo tipo de beneficios, desde dormir mejor y reducir la ansiedad hasta mejorar las relaciones y una mayor autoestima. Naturalmente, la gratitud es exactamente el tipo de calidad que los padres quieren transmitir a sus hijos. (Además, ¿hay algo más dulce que escuchar a tu niño pronunciar "gacias"?)

Pero, ¿cómo pueden los padres enseñar la gratitud lo suficientemente bien como para que se convierta en parte del carácter de sus hijos? ¿Y cómo pueden los niños más pequeños empezar a comprender este gran tema? Es posible que enseñar gratitud no sea tan sencillo como A-B-C o 1-2-3, pero hay muchas formas de criar a un niño amable y agradecido. Aquí hay algunas formas de enseñar gratitud en casa.

Enciende una "luz verde" cuando tu hijo muestre gratitud.

Premia el comportamiento amable y agradecido con atención, juego u otros pequeños empujones de aliento. Esto le dice a tu pequeño: "¡Me gusta lo que estás haciendo! ¡Sigue adelante!" 

Observa a tu hijo siendo bueno.

Deja que tu niño te escuche susurrar pequeños cumplidos sobre lo que ha hecho a otra persona, o incluso a un osito de peluche. A esto se le llama chismear. Este pequeño truco funciona muy rápido para reducir los actos no deseados, como la mala educación o el comportamiento poco amable, y para impulsar los actos de cariño, como dar las gracias, ser paciente o generoso.

Señala la gratitud en acción.

Otra forma de enseñarle a tu hijo buenos comportamientos, como la gratitud, es comentar cuando veas que otras personas lo hacen: "mira cómo los demás se portan bien" "Me gusta cómo Susy dijo tan amablemente gracias cuando su abuelita le dio una galleta".

Modelo de gratitud.

Al igual que el viejo dicho (los niños hacen lo que ven más de lo que se les dice), aprenden la gratitud con nuestro ejemplo. Los niños son como pequeñas esponjas, absorbiendo todo lo que ven y oyen ... ¡así que asegúrate de que vean y escuchen tu gratitud en acción!

Representar la gratitud.

Un discurso extenso sobre la importancia de la gratitud será difícil de entender para los niños pequeños. En su lugar, usa el poder del juego para ayudar a tus hijos a comprender lo que significa la gratitud y cómo afecta positivamente a los demás. Puedes hacer esto jugando a roles con juguetes y muñecas. Por ejemplo, representa cómo sería que su osito hiciera algo amable por su borreguito… y cómo su borreguito respondería con palabras de gratitud.

 Cuenta historias sobre gratitud.

¡Los libros son la ventana de un niño al mundo! Puedes señalar momentos de agradecimiento en los libros que ya está leyendo o buscar libros que enseñen específicamente sobre la gratitud. ¡También puedes inventar tu propia historia!

Intenta hablar dulcemente antes de acostarse.

Antes de que tu pequeño se quede dormido, acurrúcate junto a él y cuéntale algunos de los maravillosos momentos y actos de bondad del día.

Enséñale a estirar la paciencia.

El estiramiento de la paciencia ayuda a los niños a volverse menos impulsivos y más observadores de los demás, lo cual es una gran base para la gratitud. Puedes aumentar la paciencia de tu pequeño al no darle algo que realmente quiere (¡solo por unos segundos!).

Haz preguntas.

Hacer preguntas a tu hijo es una manera maravillosa de hacer que piense en el mundo y se relacione con él. Invita a tu hijo a darse cuenta de las cosas por las que puede estar agradecido. Pídele que piensen por qué les han entregado las cosas que notaron.

Sentir: Pregúntele a tu hijo cómo se siente acerca de las cosas que se le han dado.

Hacer: Pregúntele a tu hijo qué puede hacer para expresar sus sentimientos de gratitud y aprecio.

 

Crea un desafío de gratitud familiar.

Como familia, trabajen juntos para crear una lista de desafíos de gratitud para todo un mes. Cada día, busquen una actividad o reserven pequeños espacios de tiempo para hablar sobre el aprecio y el agradecimiento. Algunas ideas para niños pueden incluir:

  •  Crear un frasco de gratitud y llenarlo con pequeñas notas de las cosas por las cuales sientes aprecio.

  •  Escribir una carta de agradecimiento o hacer un dibujo de agradecimiento para alguien fuera de tu familia y dárselo.

  •  Ofrecerse como voluntario en la comunidad y ayudar a que sea un mejor lugar para vivir.

  •  Ayudar a alguien que lo necesite.

  •  Dar cumplidos significativos que vayan más allá de la apariencia. Por ejemplo, "¡Eres excelente leyendo en voz alta!"

 La gratitud es una maravillosa habilidad para la vida que puede brindar felicidad, tranquilidad y aprecio profundo a la vida de cualquier persona. Por lo tanto, enseñar a los niños estrategias para desarrollar su propio sentido de gratitud es una manera perfecta de ayudarlos a convertirse en personas grandes sensibles y emocionalmente inteligentes.